Román Moreno de 64 años, es un personaje urbano de Chihuahua capital, conocido como “El señor de los Perritos”, debido a su afición de adoptar y cuidar a canes de la calle, que vive en la indigencia.
Este día, solicitó el apoyo de las personas que caminan por la “Liber” para operar a un lomito, que fue abandonado después de sufrir un atropello en la avenida Aldama.
Con el apoyo de la ciudadanía, Román obtuvo una cartulina en la que explica que requiere la cantidad de 8 mil pesos, para operar al canino, que necesita una intervención quirúrgica, medicamentos y cuidados para recuperar su salud.
El Señor de los Perritos explicó que la gente ha sido muy bondadosa y durante sus recorridos en el centro, le donan croquetas, agua, comida y medicamentos para atender su salud, pero que en esta ocasión, recurre a la compasión de la gente para atender al perrito que acaba de llegar a su cuidado.
“Ellos son amor, brindan cariño y la gente los abandona, generalmente traigo perros de todo tipo, yo mismo me encargo de conseguirles el hogar que no tengo, y darles seguimiento, porque los perritos son seres vivos, que requieren nuestro respeto y cuidado”, expresó.
Román vive en la calle, duerme donde le agarra la noche, pero siempre acompañado de su vaquerito. Aunque no posee bienes materiales, dijo que todo lo que junta, lo destina al cuidado y manutención de sus animales de compañía.
“Yo trabajo en lo que me ofrezcan, aunque tengo una lesión, mi abuelo me enseñó a respetar, no robar y siempre dar lo mejor de mí, creo en El de arriba y su protección, y aquí estamos no me ha desamparado”, comentó.
El Señor de los Perritos nació en Chihuahua, vivió en Parral y después en Durango, su historia es conocida entre locatarios, policías y empleados municipales, además de gente que lo ha visto fuera de las tiendas de conveniencia y le brindan apoyo en su labor.
Actualmente, tiene un problema en la columna vertebral, ocasionado por un choque no cuidado de hace 11 años, por lo que la mayor parte del tiempo permanece sentado, pero “siempre dispuesto para lo que se ofrezca”.
Aunque no tiene forma de contacto, permanece entre los cruces de la calle Aldama e Independencia, hasta donde la gente interesada puede acudir a donarle.
