• 12 de Mayo 2025

  • Suscríbete
Norte De Chihuahua

Norte De Chihuahua

Más que noticias, hacemos periodismo

  • Especiales
  • Local
  • Estado
  • Política
  • Seguridad
  • Economía
  • Panorama

el chueco

Un juez de control dictó el auto de vinculación a proceso en contra de Carlos C. R., de 45 años de edad, como presunto responsable del delito de desaparición de persona cometida por particulares, informó la Fiscalía Zona Occidente 

El miércoles 19 de junio del 2024, el Juez resolvió también la medida cautelar de prisión preventiva y dio un plazo de tres meses para que el Ministerio Público lleve a cabo la investigación complementaria.

Las investigaciones ministeriales, establecen que el día 20 de junio del 2022 el ahora detenido, junto con José Noriel Portillo Gil, alias “El Chueco”, quien fuera líder criminal en Urique, en compañía de otros sujetos armados, llegaron al domicilio de Paul Osvaldo B. R. en Cerocahui.

Los implicados buscaban al hermano de la víctima, por lo que, al no obtener información de su paradero, empezaron a golpear a Paul Osvaldo a quien le provocaron heridas con arma de fuego, le prendieron fuego a su vivienda y se lo llevaron contra su voluntad.

El cuerpo de Paul Osvaldo fue localizado el 04 de julio del 2022 en la localidad El Chorro, municipio de Urique, luego de un operativo implementado de manera conjunta por personal del Ejército Mexicano y la Fiscalía General del Estado.

A dos años del asesinato de dos sacerdotes jesuitas y a más de un año de la muerte del que accionó el arma de fuego contra ellos –El Chueco-, no se advierte que haya justicia por el caso, consideró el padre de la Compañía de Jesús, Javier ‘Pato’ Ávila.

En entrevista con Norte Digital, aseguró que la impunidad sigue.

Mencionó que concretamente en el área de Cerocahui sí hay más presencia de fuerzas del orden, sin embargo, cuestiona qué pasaría el día que se retiren del lugar.

Dijo que elementos de la Guardia Nacional vigilan la parroquia donde fueron privados de la vida sus compañeros sacerdotes Javier Campos Morales y Joaquín César Mora Salazar,  hace dos años, que se cumplen este 20 de junio.

Indicó que tanto los sacerdotes como las religiosas que atienden el poblado cuentan con medidas cautelares de protección, sin embargo no sucede lo mismo con el pueblo.

No obstante, anotó “que ningún grupo armado en todo México va a cometer la tontería de pasearse armados ahí por la región, porque saben a qué se atienen, como lo hacían antes”.

La inseguridad y la violencia persisten

Subrayó que la inseguridad sigue en el resto de la sierra, continúan los desplazamientos de gente, originados por el robo de madera y de sus tierras, entre otros delitos.

Explicó que como defensores de los derechos humanos siguen en la lucha, buscando la justicia y sobre todo la paz, a raíz de los asesinatos de los dos padres, así como de los civiles Paul Osvaldo Berrelleza y Pedro Palma.

Señaló que a nivel nacional se empezaron a desarrollar unos diálogos luego de los brutales crímenes y ha habido un proceso muy positivo, ya que muchas personas de la sociedad se han sumado.

“Hay una exigencia, como que se prendió mucho la conciencia a nivel nacional con lo que pasó con los padres y despertaron”, aunque consideró que algunas autoridades siguen todavía adormiladas.

Por otra parte, recordó que los jesuitas llegaron a la sierra de Chihuahua desde el año 1604 y en 1767 fueron regresados a España por órdenes de la misma monarquía. Regresaron el 12 de octubre de 1900 a la tarahumara.

Dijo que van más de 200 años en la sierra de lo que hoy es Chihuahua, de tal manera que hay una gran historia y reconocimiento por parte de los pueblos.

Sin embargo, las condiciones actuales son muy diferentes a las de antes.

La vergüenza del sistema

Subrayó que con la desaparición de “El Chueco” de la escena, lo que se temía es que el problema continuara y considera que así ha ocurrido, porque en las comunidades siguen los grupos del crimen.

“El chueco’ tenía mucha fuerza, mucho poder, mandaba mucho en la región y esto fue lo que pasó, no lo detuvieron, pero fue peor, lo mataron y les tiraron el cuerpo”, enfatizó.

Subrayó que fue una vergüenza para los sistemas de impartición de justicia y los gobiernos tanto estatal como federal, que les hubieran dicho: “miren ustedes no pudieron, ahí está, ahí les aventamos el cuerpo, por si lo necesitan para algo”.

“Se molestó mucho el presidente de la República (AMLO) cuando hice esas declaraciones, pero bueno, pues es la realidad”, anotó el religioso. 

Javier ‘Pato’ Ávila subrayó que la exigencia sigue siendo la misma: que haya paz, que haya justicia, que se recupere el espacio de tranquilidad para la Sierra Tarahumara, que se persiga más el delito y que no haya impunidad.

Agregó que es necesario atacar las causas de la violencia y del delito, y una de ellas es mejorar las condiciones económicas de los pobladores de la sierra, para que la gente tenga opciones de salir adelante, sin que se vean cooptados por la delincuencia organizada.

El presidente Andrés Manuel López Obrador criticó a un sector de la Iglesia Católica que reprobó la actuación del Gobierno federal en el caso de José Noriel Portillo Gil, alias “El Chueco”.

“¿Qué pasa en Chihuahua? Resulta que por problemas, presuntamente entre las mismas bandas, porque no se salía el Ejército de ahí, ejecutan al que asesinó a los sacerdotes. ¿Qué creen que dicen los de derechos humanos… de la Iglesia Católica? Que eso no era justicia, y que nosotros no habíamos hecho nada”, dijo el presidente en la conferencia matutina.

La crítica de la Iglesia fue hecha por el cura Javier “Pato” Ávila, el 23 de marzo pasado, cuando las autoridades confirmaron la muerte de “El Chueco”.

“Para nosotros es una muerte reprobable, cualquier muerte está fuera de orden, desde nuestra opción de fe. Lo ideal hubiera sido que lo detuvieran, nueve meses tuvieron para detenerlo y no lo lograron. La justicia no se hace con las armas. Nosotros esperábamos que le detuvieran y se le hiciera un juicio con su debido proceso. La muerte de “El Chueco” significa un fracaso del Estado mexicano”, indicó el sacerdote.

Desde el 2019 Portillo Gil era considerado uno de los principales generadores de violencia en la Sierra de Chihuahua por su presunta responsabilidad en decenas de crímenes.

El 20 de junio entró a la parroquia jesuita de Cerocahui mientras perseguía a Pedro Palma, quien trabajaba como guía turístico en la Sierra Tarahumara, al que mató antes de asesinar a dos sacerdotes jesuitas, Javier Campos y Joaquín Mora.

Luego de casi un año de operativos sin resultados por parte de los tres niveles de Gobierno, el 23 de marzo pasado apareció su cadáver con un disparo en la cabeza y 16 cartuchos de munición gastados a su alrededor en lo alto de la sierra de Choix, en Sinaloa.

“Que al contrario, que ellos no querían eso, que ellos querían que se detuviera con vida al presunto asesino, y hacen una conferencia de prensa para decir que habíamos actuado muy mal”, agregó AMLO sobre el tema.

El presidente aseguró que la relación de su gobierno “con todas las iglesias es buena”.

Antes de la muerte por homicidio de José Noriel Portillo Gil, alias “El Chueco”, parte de la estructura familiar y de operadores más cercanos del presunto multihomicida ya habían sido capturados en operativos conjuntos del Ejército, la Guardia Nacional y la Agencia Estatal de Investigaciones.

A menos de un mes de iniciados las operaciones conjuntas para dar con el responsable del asesinato de dos sacerdotes jesuitas y un guía de turistas en el templo de Cerocahui, las fuerzas federales y estatales aprehendieron a un primo y al abuelo de José Noriel Portillo.

Tres días después de los hechos donde perdieron la vida los curas jesuitas Javier Campos y Joaquín Cesar Mora, así como del guía de turistas Pedro Eliodoro Palma, las fuerzas del orden lograron la detención de César Iván ‘N’ y Humberto ‘N’, en un camino de terracería cerca del poblado de Cuiteco, municipio de Urique.

El primero de ellos fue identificado como primo de José Noriel Portillo, alias “El Chueco”.

La captura, según la versión oficial, tuvo lugar en un operativo de la Defensa Nacional, Guardia Nacional y Fiscalía estatal en la región, identificada como el área de influencia de José Noel Portillo.

El 30 de junio, 10 días después del triple homicidio en el templo, las fuerzas federales y estatales detuvieron a Paciano Portillo, primo hermano de “El Chueco”, quien según versiones trascendidas en aquel entonces, era encargado de la distribución y venta de droga en la región suroeste de la sierra de Chihuahua.

Paciano Portillo, de 34 años, fue aprehendido en el puerto ferroviario de Bahuichivo, municipio de Urique, junto con otras dos personas, según lo dio a conocer la Fiscalía General del Estado el día de la detención.

Siete días después,  los mismos operativos federal y estatal aprehendieron a uno de los más cercanos colaboradores del entonces prófugo multihomicida.

Se trataba de Julio César ‘N’, cuya aprehensión fue difundida por el entonces subsecretario de Seguridad Pública y Protección Ciudadana, Ricardo Mejía Berdeja, el 7 de julio de 2022.

Según la versión oficial, ese sujeto estaba con “El Chueco” cuando tiraron los cuerpos de los sacerdotes y del guía de turistas en una vereda cerca de Cerocahui.

La aprensión en Mexicali a Julio César ‘N’, quién se encuentra relacionado a los homicidios de Cerocahui, fue parte de un operativo conjunto en el que también participó la Fiscalía General de Baja California.

El Fiscal General de Chihuahua, César Jáuregui Moreno, informó que, desde el inicio de las operaciones y hasta este día, se habían capturado a 34 personas presuntamente vinculadas a la banda de “El Chueco”, además de que se hicieron decomisos de armas y desmantelamientos de campamentos.

La gobernadora Maru Campos dio a conocer que, tras los homicidios perpetrados por “El Chueco”, se desplegó un operativo en toda la zona aledaña al municipio de Urique, lo que motivó una caída sustancial en las actividades delictivas, como el tráfico de cerveza clandestina y el cobro de “cuotas” a empresas mineras.

Sin embargo, para la Compañía de Jesús y para la Diócesis de la Tarahumara, la muerte de Portillo Gil no es la solución ni el final que se deseaba en torno a los homicidios de sus hermanos religiosos.

Por tal motivo, han demandado que las medidas cautelares que se instrumentaron para proteger a la Compañía de Jesús se extiendan para toda la población y en otros lugares, donde abundan los hechos delictivos.

  • Page 1
  • Page 2
  • Page 3
  • Page 4
  • Siguiente »

Primary Sidebar

Entradas recientes

  • Analiza gobernadora con el Gobierno federal soluciones para reanudar exportaciones de ganado a EU
  • Se entregan familiares de El Chapo Guzmán a las autoridades de EU
  • Exhorta gobernadora a corporaciones de seguridad a seguir trabajando en conjunto
  • Arrestan en puente internacional en Brownsville, a una agente del Ministerio Público con 184 mil dólares
  • Permanecen activos 12 incendios forestales en Chihuahua

Comentarios recientes

No hay comentarios que mostrar.

Archivos

  • mayo 2025
  • abril 2025
  • marzo 2025
  • febrero 2025
  • enero 2025
  • diciembre 2024
  • noviembre 2024
  • octubre 2024
  • septiembre 2024
  • agosto 2024
  • julio 2024
  • junio 2024
  • mayo 2024
  • abril 2024
  • marzo 2024
  • febrero 2024
  • enero 2024
  • diciembre 2023
  • noviembre 2023
  • octubre 2023
  • septiembre 2023
  • agosto 2023
  • julio 2023
  • junio 2023
  • mayo 2023
  • abril 2023
  • marzo 2023
  • febrero 2023
  • enero 2023
  • diciembre 2022

Categorías

  • Análisis y opinión
  • Cancha
  • Circo de las parodias
  • Economía
  • Especiales
  • Estado
  • Fama
  • Local
  • Mundo Raro
  • Panorama
  • Política
  • Seguridad
  • Sin categoría
  • Videos
  • Weekend

® TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS DE NORTE DE CHIHUAHUA  2025  CHIHUAHUA, CHIH. MEX.

  • Especiales
  • Investigaciones
  • Videos
  • Secciones
  • Local
  • Estado
  • Política
  • Seguridad
  • Economía
  • Panorama
  • Mundo Raro
  • Fama
  • Cancha